Pasado.

El mar aún se escucha cuando pongo mi oído en tu pecho. Sé que extrañas los días largos y al viento, pero no quieres volver. Cuando me levanto y me miras fijo, veo en tus ojos el agua salada que intentas mezclar con los recuerdos más felices que has tenido conmigo, pero en el fondo sabes que yo llegué después.

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